"Un Profeta Prometido"
¿Sabías que Moisés anunció la llegada de un profeta que cambiaría la historia? En Deuteronomio 18:15, Dios prometió enviar a alguien como él, pero con una misión aún más grande. Esa promesa se cumplió en Jesús, el Hijo de Dios y nuestro Salvador. Este devocional te invita a reflexionar sobre cómo escuchar Su voz, seguir Su guía y confiar en Su misión puede transformar tu vida.
DEVOCIONALES
12/10/20241 min read
Texto Bíblico:
"Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis."
– Deuteronomio 18:15 (RVR 1960)
Reflexión:
Moisés fue un mediador entre Dios y Su pueblo, guiándolos, enseñándoles y llevando sus necesidades a Dios. Sin embargo, él entendía que su papel era solo una sombra de lo que vendría. Jesús, el Profeta prometido, vino no solo a hablar en nombre de Dios, sino a ser la Palabra hecha carne (Juan 1:14). En Él, encontramos guía, verdad y vida.
Dios llama a Su pueblo a escuchar a este Profeta, a Jesús. Esto no significa simplemente oír, sino obedecer, seguir Su enseñanza y confiar en Él como nuestro único camino hacia Dios (Juan 14:6). Así como los israelitas necesitaban la dirección de un profeta en su jornada por el desierto, nosotros también necesitamos la dirección de Jesús en nuestra vida diaria.
Aplicación:
Escucha Su voz: Dedica tiempo a leer Su Palabra, la Biblia, y a orar. Jesús sigue hablando hoy a través de las Escrituras y del Espíritu Santo.
Sigue Su guía: Así como el pueblo debía obedecer al profeta enviado por Dios, nosotros estamos llamados a vivir según los principios y enseñanzas de Jesús.
Confía en Su misión: Jesús no solo vino a hablarnos de Dios; vino a reconciliarnos con Él. Confía en que Su sacrificio y resurrección son suficientes para darte vida eterna.
Oración:
Señor, gracias por cumplir Tu promesa de enviar un profeta como Moisés, a Jesucristo, quien es más que un profeta: es mi Salvador y Señor. Ayúdame a escuchar Su voz, seguir Su guía y vivir conforme a Su verdad. Gracias por hablarme y por darme esperanza en Él. Amén.
En este versículo, Moisés, el gran líder y profeta de Israel, anuncia una promesa divina: Dios levantará un profeta entre Su pueblo, uno como él, pero con una misión aún mayor. Esta profecía se cumple plenamente en Jesucristo, quien es no solo el profeta anunciado, sino también el Hijo de Dios y el Salvador del mundo.
Fundación Bíblica El Sembrado
Formamos en valores y principios bíblicos.
© 2024. All rights reserved.
Síguenos a través de Instagram en Estudio Bíblico Cristiano

