"Un Niño Nos Ha Nacido"

Texto Bíblico:

"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz."

– Isaías 9:6 (RVR 1960)

Reflexión Personal

Isaías 9:6 nos recuerda que Jesús es mucho más que un niño en un pesebre; es el Rey de reyes y Señor de señores. Su llegada al mundo cambió el curso de la historia y trajo esperanza a una humanidad perdida. En Él encontramos dirección, fuerza, consuelo, y paz.

La Navidad es un tiempo para celebrar este regalo divino. En medio de nuestras ocupaciones, problemas y desafíos, recordemos que Jesús vino a ofrecernos salvación y un reino eterno de amor y paz.

Oración:

Señor, gracias por enviar a Tu Hijo Jesús, el regalo más precioso para la humanidad. Hoy reconozco que Él es mi Admirable, mi Consejero, mi Dios Fuerte, mi Padre Eterno y mi Príncipe de Paz. Ayúdame a vivir cada día en gratitud por Su amor y a compartir Su esperanza con quienes me rodean. En el nombre de Jesús, amén.

Contexto Histórico de Isaías 9:6

El versículo de Isaías 9:6 forma parte de una profecía escrita por el profeta Isaías aproximadamente en el siglo VIII a.C., durante un tiempo turbulento en la historia del reino de Judá.

1. El contexto político y social:

• Amenaza de invasión: En esta época, el reino de Judá estaba rodeado de amenazas militares, especialmente de Asiria, un imperio poderoso que buscaba conquistar las naciones vecinas.

• Crisis interna: El rey Acaz, gobernante de Judá, enfrentaba desafíos internos y externos. En lugar de confiar en Dios, buscó alianzas políticas con Asiria, comprometiendo la fe del pueblo en el Señor.

2. La misión de Isaías:

• Isaías fue llamado por Dios para ser un portavoz durante esta crisis, exhortando a los líderes y al pueblo a confiar en el Señor en lugar de depender de alianzas humanas.

• En medio de esta desesperanza, Isaías proclamó mensajes de juicio, pero también de esperanza, como la promesa de un Mesías que traería salvación y restauración al pueblo de Dios.

3. La esperanza mesiánica:

• Isaías 9:6 está enmarcado en una sección que describe la llegada de una gran luz en medio de la oscuridad (Isaías 9:2). Esta "luz" representa al Mesías, el Salvador prometido.

• En contraste con los reyes terrenales como Acaz, este futuro gobernante sería perfecto en sabiduría, poder, amor y justicia, estableciendo un reino eterno de paz.

• Aunque el cumplimiento total de esta profecía ocurrió siglos después con el nacimiento de Jesús, el mensaje original trajo esperanza inmediata al pueblo de Judá, recordándoles que Dios no los había abandonado.

Aplicación:

1. Agradece a Dios por el regalo de Su Hijo: Toma un momento hoy para reflexionar sobre lo que significa que Jesús haya venido al mundo por ti.

2. Busca Su consejo y guía: En tus decisiones y desafíos, acércate a Jesús como tu Consejero perfecto.

3. Comparte Su paz: En esta temporada navideña, sé un portador de Su paz en tu familia, trabajo o comunidad.

Comentario Bíblico:

1. "Un niño nos es nacido, hijo nos es dado":
   Este pasaje nos habla de la humanidad y divinidad de Jesús. Como niño, Él nació en un humilde pesebre, pero como Hijo, fue enviado desde el cielo, un regalo divino para la humanidad.

2. "El principado sobre su hombro":
   Esto simboliza el gobierno y autoridad que Jesús tiene sobre todas las cosas. Él no es solo un líder humano, sino el Rey soberano del universo, cuyo reino es eterno.

3. "Admirable, Consejero":
   Jesús es admirable en Su carácter, Su poder y Su amor. Como Consejero, Él guía nuestras vidas con sabiduría perfecta y nos muestra el camino a la verdad y la justicia.

4. "Dios Fuerte":
   Esta declaración afirma Su divinidad y poder. Jesús no es solo un hombre bueno; Él es Dios mismo, capaz de vencer el pecado y la muerte.

5. "Padre Eterno":
   Jesús, como parte de la Trinidad, es eterno y cuida de nosotros como un Padre amoroso. Su amor y provisión no tienen fin.

6. "Príncipe de Paz":
   Jesús vino a reconciliarnos con Dios y con los demás, trayendo una paz que sobrepasa todo entendimiento. Su paz no es temporal, sino eterna.