¿Qué hay en tu taza?

Vas caminando con tu taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes

-¿Por qué se te derramó el café?

– Porque alguien me empujó.

Respuesta equivocada: Derramaste el café porque eso tenías en la taza, si hubiera sido té… hubieras derramado té.

Lo que tengas en la taza es lo que se va a derramar.

Igual pasa cuando la vida te sacude, lo que tengas dentro de ti, eso vas a derramar, de lo que vas lleno es lo que saldrá de ti y salpicará a todos.

Puedes ir por la vida fingiendo que tu taza está llena de virtudes… pero cuando la vida te empuje, vas a derramar lo que en realidad tengas en tu interior.

Eventualmente sale la verdad a la luz, así que habrá que preguntarse a uno mismo: ¿Qué hay en mi taza?

Cuando la vida me empuje… ¿Qué voy a derramar? Amor, gozo, paz, humildad, paciencia, fe, templanza o amargura, maldiciones, malos pensamientos, miedos, ¿palabras duras?

Trabaja para llenar tu taza con gratitud, generosidad, amor, fortaleza, positivismo…cosas buenas.

Porque de lo que está llena tu taza… eso saldrá cuando la vida te sacuda.

Reflexión Final:

Cuando la vida nos empuja, lo que sale de nosotros es aquello con lo que hemos llenado nuestro interior. Si llevamos dentro cosas buenas como el amor, la paciencia y la gratitud, eso es lo que se manifestará cuando nos enfrentemos a los momentos difíciles. Sin embargo, si estamos llenos de negatividad, miedo o resentimiento, eso es lo que inevitablemente saldrá a la superficie. No podemos controlar siempre los empujones de la vida, pero sí podemos decidir con qué llenamos nuestra taza.

Por eso, es fundamental que cultivemos virtudes en nuestro interior: gratitud, generosidad, paz y amor. De esta manera, cuando la vida nos sacuda, derramaremos cosas positivas que beneficiarán a quienes nos rodean. La calidad de lo que llevamos dentro no solo influye en nosotros, sino también en cómo impactamos el mundo a nuestro alrededor.

Preguntas para Reflexionar:

1. ¿Qué crees que hay en tu "taza" actualmente?
   ¿Qué emociones, actitudes o pensamientos sueles derramar cuando enfrentas situaciones difíciles?

2. ¿Cómo podrías trabajar para llenar tu interior con virtudes como el amor, la paciencia y la generosidad?
   ¿Qué hábitos o prácticas podrías adoptar para lograrlo?

3. Piensa en un momento reciente en el que la vida te empujó.
   ¿Qué fue lo que derramaste en esa ocasión? ¿Estás satisfecho con tu reacción o hay algo que te gustaría cambiar la próxima vez?