Persevera en la Oración

Dios no es indiferente a nuestras oraciones. Si una viuda persistente obtuvo justicia de un juez injusto, ¡Cuánto más nosotros de nuestro Padre celestial! No te rindas, sigue orando con fe.

DEVOCIONALES

2/26/20252 min read

Texto Bíblico:

"También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.  Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.  Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,  sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.  Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.  ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?  Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?"

Lucas 18:1-8 (RVR1990)

Reflexión Personal:

Muchas veces, cuando oramos y no vemos respuestas inmediatas, nos desanimamos y dejamos de orar. Podemos pensar: "¿Acaso Dios me escucha?" o "Tal vez no le importa mi problema."

Sin embargo, Jesús nos dice que debemos orar siempre y no desmayar. La oración persistente no se trata de convencer a Dios de hacer algo que no quiere hacer, sino de demostrar nuestra fe en Él, confiando en que su tiempo y su voluntad son perfectos.

Dios no es como el juez injusto. Él es nuestro Padre amoroso, y cuando oramos con perseverancia, fortalecemos nuestra relación con Él y crecemos en fe.

Cuando enfrentamos tiempos de espera, recordemos Gálatas 6:9:
"No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos."

Así como la viuda no dejó de insistir hasta obtener justicia, nosotros debemos orar con fe, creyendo que Dios responderá en el momento perfecto.

Oración:

Padre celestial, gracias porque me escuchas cada vez que oro. Ayúdame a no desmayar en la oración, sino a confiar en Tu tiempo y en Tu justicia. Aumenta mi fe y enséñame a perseverar, sabiendo que Tú siempre tienes el control. En el nombre de Jesús, amén.

Contexto Histórico:

Jesús contó la parábola de la viuda y el juez injusto en un tiempo donde las viudas eran uno de los grupos más vulnerables en la sociedad. Sin esposo que las protegiera o representara legalmente, muchas enfrentaban dificultades para hacer valer sus derechos.

En la historia, una viuda persistente acude a un juez corrupto que no temía a Dios ni respetaba a nadie. Sin embargo, debido a su insistencia, el juez finalmente le hace justicia para que deje de molestarle.

Jesús utiliza esta historia para enseñarnos una lección importante: si incluso un juez injusto accede a la petición de alguien por su insistencia, ¡Cuánto más lo hará Dios, quien es justo y ama a Sus hijos!

Aplicación:

  1. Ora con constancia – No te desanimes si no ves respuestas inmediatas. Recuerda que Dios obra en Su tiempo.

  2. Fortalece tu fe en la espera – Usa este tiempo para confiar en Dios y crecer espiritualmente.

  3. Recuerda el carácter de Dios – A diferencia del juez injusto, Dios nos ama y siempre quiere lo mejor para nosotros.