¿Existe el mal?

Un profesor desafió a sus estudiantes con una pregunta sobre la existencia del mal y el papel de Dios en ello. Pero, ¿y si el mal no es algo creado, sino simplemente la ausencia de Dios? Esta historia nos invita a ver la vida desde una perspectiva diferente y a acercarnos más a la fuente de toda luz y bondad.

REFLEXIONES DE VIDA

12/25/20242 min read

man wearing black t-shirt close-up photography
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Un día, en una universidad, un profesor retó a sus alumnos con una pregunta provocadora:
—¿Dios creó todo lo que existe?

Un estudiante valiente respondió:
—Sí, lo hizo.

El profesor, con una sonrisa sarcástica, replicó:
Si Dios creó todo, entonces Él creó el mal, porque el mal existe. Y, si aceptamos que Dios creó el mal, eso significa que Él es malvado.

El estudiante quedó en silencio, sin saber cómo responder. El profesor, satisfecho, proclamó que había probado que la fe en Dios era un mito.

Pero otro estudiante levantó la mano y pidió permiso para hablar:
Profesor, ¿puedo hacerle una pregunta?

Por supuesto —respondió el profesor.

—¿Existe el frío? —preguntó el joven.

—Claro que existe. ¿Acaso nunca has sentido frío?

El estudiante sonrió y respondió:
De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la física, lo que llamamos "frío" es solo la ausencia de calor. Un objeto puede estudiarse si transmite energía, pero no podemos medir el frío, porque el frío no tiene existencia propia. Solo lo percibimos cuando no hay calor.

El joven continuó:
¿Y la oscuridad? ¿Existe?

El profesor, algo desconcertado, respondió:
Claro que sí.

El estudiante replicó:
Se equivoca nuevamente. La oscuridad tampoco existe. En realidad, la oscuridad es simplemente la ausencia de luz. Podemos estudiar la luz, pero no la oscuridad. Por lo tanto, el mal no existe como algo creado por Dios. Es la ausencia de Su bondad, de Su luz, de Su amor.

El aula quedó en un profundo silencio.

Ese día, un estudiante había mostrado que Dios no creó el mal, sino que el mal es simplemente el resultado de cuando la humanidad decide apartarse de Él.

Reflexión Final:

Dios es la fuente de todo lo bueno: luz, amor, bondad y vida. El mal no es algo que Él creó, sino el resultado de alejarnos de Su presencia. Al igual que el frío no tiene existencia propia, el mal es la ausencia de Su luz y Su verdad. La solución no es preguntarnos por qué existe el mal, sino acercarnos a Dios, quien es la respuesta a todas las oscuridades de nuestra vida. El sufrimiento y el mal no siempre tienen una explicación clara, pero en la Biblia, vemos que Dios puede usar incluso las circunstancias más difíciles para un propósito mayor. Por ejemplo, el sufrimiento de Jesús en la cruz trajo salvación al mundo.

El problema del mal es una paradoja que ha desafiado a filósofos y teólogos durante siglos. Desde una perspectiva cristiana, el mal no contradice la existencia de Dios, sino que es una consecuencia del libre albedrío y la separación del hombre de Su creador. La esperanza radica en que Dios tiene el poder y el deseo de redimirnos y restaurar la creación.

Preguntas para Reflexionar:

  1. ¿Cómo puedo llenar mi vida con más de la luz, bondad y amor de Dios?

  2. ¿Hay áreas en mi vida donde la "ausencia de Dios" me ha llevado a experimentar oscuridad o confusión?

  3. ¿Cómo puedo ser un reflejo de Su luz en un mundo que muchas veces parece dominado por la oscuridad?