"Elige a quién servirás"

Texto Bíblico:

Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

– Josué 24:15 (RVR 1960)

Reflexión Personal

El llamado de Josué es tan relevante hoy como lo fue en su tiempo. En nuestra vida, enfrentamos constantemente decisiones que revelan a quién estamos sirviendo realmente: ¿es a Dios, o a los "dioses" modernos como el dinero, el poder, la comodidad o la aprobación de los demás?

Josué deja claro que la fidelidad a Dios no es un sentimiento momentáneo; es un compromiso de vida. Él y su familia eligieron servir al Señor no solo como una declaración pública, sino como una práctica diaria.

Cada día tomamos decisiones que reflejan a quién hemos elegido servir. Como Josué, debemos afirmar: "Yo y mi casa serviremos al Señor", reconociendo que esto implica obediencia, adoración y entrega total.

Oración:

Señor, gracias por el ejemplo de Josué y su compromiso firme contigo. Hoy declaro que yo y mi casa te serviremos. Ayúdame a mantenerte como prioridad en cada aspecto de mi vida.

Dame sabiduría para tomar decisiones que reflejen mi fe y valor para mantener mi compromiso, incluso cuando enfrente oposición o distracciones. Te pido que uses mi testimonio para influir en mi familia y en quienes me rodean, guiándolos hacia Ti.

Señor, al igual que Israel en Siquem, renuevo hoy mi pacto contigo. Tú eres mi Dios, y solo a Ti quiero servir. En el nombre de Jesús, amén.

Contexto Histórico

El libro de Josué narra la conquista de la tierra prometida por el pueblo de Israel, bajo el liderazgo de Josué. En el capítulo 24, Josué reúne a todas las tribus en Siquem para un pacto solemne. Allí recuerda cómo Dios los guió, protegió y les dio victoria sobre sus enemigos.

En este discurso final, Josué llama al pueblo a tomar una decisión definitiva: servir al único Dios verdadero o seguir los caminos de los dioses falsos que sus antepasados habían adorado. Siquem no era un lugar casual; allí Abraham recibió la promesa de Dios (Génesis 12:6-7), y ahora el pueblo debía renovar su compromiso con ese mismo Dios.

Aplicación:

1. Evalúa tus prioridades: ¿Qué ocupa el primer lugar en tu vida? Haz un examen honesto y determina si estás sirviendo a Dios o a otros "dioses".

2. Compromiso familiar: Como Josué, lidera a tu familia en la fe. Dedica tiempo a orar juntos, leer la Biblia y fomentar una cultura de servicio a Dios.

3. Decisiones diarias: Elegir servir al Señor no es una decisión única, sino un acto continuo. En cada elección, pregunta: "¿Esto honra a Dios?"

4. Influencia en otros: Al igual que Josué desafió al pueblo, sé un ejemplo para quienes te rodean. Tu testimonio puede inspirar a otros a seguir a Dios.