"Dios, Nuestro Refugio en la Aflicción"

Texto Bíblico:

"Desde la angustia invoqué a Jehová, y me respondió Jehová, poniéndome en lugar espacioso. Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre."
— Salmos 118:5-6 (RVR1990)

Reflexión Personal:

Todos enfrentamos momentos de angustia, tiempos en los que nos sentimos atrapados, sin salida. El salmista nos enseña que la primera respuesta a la aflicción debe ser invocar a Jehová. En medio de nuestra desesperación, Dios no solo escucha, sino que responde, liberándonos y llevándonos a un lugar de amplitud, tanto físico como espiritual.

La declaración “Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre” es una afirmación de confianza total en la protección de Dios. Nos recuerda que, aunque enfrentemos oposición o amenazas externas, la presencia de Dios es nuestro refugio. Su amor y poder son mayores que cualquier circunstancia o adversario.

En un mundo lleno de incertidumbre, este pasaje nos llama a abandonar el temor y a descansar en la fidelidad de Dios. Cuando lo buscamos en nuestra angustia, Él nos coloca en un lugar donde podemos respirar con libertad, experimentar Su paz y avanzar con valentía.

Oración:

Señor, gracias porque en mi angustia puedo clamar a Ti, sabiendo que me escuchas y me respondes. Ayúdame a confiar en Tu presencia y a no temer lo que puedan hacerme las circunstancias o las personas. Colócame en ese lugar espacioso donde pueda experimentar Tu paz y libertad. Que mi vida sea un testimonio de Tu fidelidad. En el nombre de Jesús, amén.

Contexto Histórico:

El Salmo 118 es un canto de agradecimiento y alabanza a Dios por Su fidelidad y misericordia. Este salmo probablemente fue usado en las festividades del templo, especialmente durante la Fiesta de los Tabernáculos. El escritor refleja una experiencia personal de liberación y testifica que, aun en la angustia más profunda, Dios respondió y lo llevó a un lugar de libertad y seguridad.

La frase “poniéndome en lugar espacioso” es una metáfora que describe cómo Dios saca al salmista de una situación restrictiva, de ansiedad y presión, para darle paz y libertad. Este salmo no solo celebra la protección divina, sino que también es un recordatorio de que el poder de Dios supera cualquier amenaza humana.

Aplicación:

1. Invoca a Dios en tus momentos de angustia: Hoy, lleva tus cargas a Dios en oración. Sé específico al pedirle ayuda y confía en Su respuesta.

2. Afirma tu confianza en Su presencia: Repite este versículo en voz alta: “Jehová está conmigo; no temeré.” Escríbelo en un lugar visible como recordatorio de Su fidelidad.

3. Comparte tu testimonio de liberación: Reflexiona sobre un momento en el que Dios respondió a tu clamor y cuéntaselo a alguien que necesite aliento, mostrando que Dios también puede hacer lo mismo por ellos.