"Dios Habla Hoy"
Dios siempre ha deseado comunicarse con la humanidad. A lo largo de la historia, ha utilizado diversas formas para revelar Su voluntad y carácter. Sin embargo, en Jesús, Su Hijo, nos dio la revelación más completa y perfecta. Este pasaje nos invita a reflexionar sobre la grandeza de Jesucristo como el mensaje final y definitivo de Dios.
DEVOCIONALES
12/22/20242 min read
Texto Bíblico:
"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo."
– Hebreos 1:1-2 (RVR 1960)
Aplicación:
Busca a Jesús: Dedica tiempo cada día para leer los Evangelios y conocer mejor a Cristo, quien es la expresión perfecta de Dios.
Escucha Su Voz: Reflexiona sobre las enseñanzas de Jesús y busca aplicarlas en tu vida diaria.
Confía en Su Palabra: Recuerda que en Jesús encontramos dirección, propósito y esperanza, incluso en los momentos más difíciles.
Oración:
Señor, gracias por hablarme a través de Tu Hijo, Jesús. Ayúdame a escuchar Tu voz con atención y a vivir conforme a Tu Palabra. Enséñame a conocer más a Cristo, quien es la revelación perfecta de Tu amor y propósito. Gracias por no dejarme en la oscuridad, sino por iluminar mi camino con la luz de Tu Hijo. Amén.
El autor de Hebreos nos recuerda que en el pasado, Dios habló a través de los profetas, quienes transmitieron Su mensaje en diferentes épocas y maneras: visiones, sueños, leyes, y profecías. Estos mensajes apuntaban hacia algo más grande, hacia el cumplimiento de las promesas de Dios.
En "estos postreros días" (el tiempo actual desde la venida de Cristo), Dios ha hablado de una manera directa y definitiva: a través de Su Hijo, Jesucristo. Jesús no es solo un mensajero; Él es el Hijo eterno de Dios, el heredero de todas las cosas y el Creador del universo. Esto marca una diferencia clave entre las revelaciones del pasado y la revelación de Cristo: Jesús no solo trae el mensaje de Dios; Él es el mensaje mismo.
Jesucristo encarna la plenitud de la revelación divina. A través de Su vida, muerte y resurrección, vemos el carácter, el amor y el propósito eterno de Dios para salvarnos y reconciliarnos con Él.
Reflexión:
En un mundo donde hay tantas voces y distracciones, Dios nos llama a enfocar nuestra atención en Su Hijo, Jesús. Él es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). Mientras los profetas del Antiguo Testamento prepararon el camino, Cristo vino a cumplir y a completar el plan redentor de Dios.
Cuando nos sentimos perdidos, confusos o inseguros sobre lo que Dios desea para nuestras vidas, recordemos que Jesús es la respuesta. Todo lo que necesitamos saber sobre quién es Dios y cómo relacionarnos con Él se encuentra en Jesús.
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