"Dios Confirma Su Presencia y Propósito"

Texto Bíblico:

Texto Clave 1:
"Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: ¡Ah, Señor Jehová! que he visto al ángel de Jehová cara a cara. Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás. Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas."
— Jueces 6:22-24 (RVR1990)

Texto Clave 2:
"Entonces Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviera en el vellón solamente, quedando seca toda la tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho."
— Jueces 6:36-40 (RVR1990)

Reflexión Personal:

Cuando Gedeón reconoció que estaba en presencia de Dios, su temor fue grande, pero Dios le aseguró: "Paz a ti; no tengas temor." En nuestras vidas, a menudo enfrentamos llamados o desafíos que parecen abrumadores. Sin embargo, Dios nos recuerda que Su presencia trae paz, no ansiedad. Él no nos deja solos, sino que camina con nosotros.

Es profundamente humano tener dudas, especialmente cuando enfrentamos desafíos que parecen estar fuera de nuestras capacidades. Algunas de nuestras dudas están fundamentadas en hechos reales: nuestras limitaciones, experiencias pasadas o circunstancias actuales. Otras, sin embargo, son producto de nuestra imaginación o percepciones erróneas, amplificadas por el miedo o la inseguridad.

En la historia de Gedeón, vemos este patrón. Aunque Dios lo saludó como "guerrero valiente", él no se veía de esa manera. Sus dudas y excusas reflejan cómo a menudo nos definimos por nuestras debilidades en lugar de vernos como Dios nos ve. Sin embargo, este pasaje nos recuerda algo fundamental: Dios nos conoce de pies a cabeza, incluyendo nuestras fortalezas y debilidades, y nos llama con un propósito, no por lo que somos en el momento, sino por lo que Él hará a través de nosotros.

Algunos tienen una valentía natural en ciertas situaciones, mientras que otros dudan incluso en las tareas más pequeñas. Pero cuando Dios nos busca, no lo hace porque necesite nuestras habilidades; lo hace porque desea usarnos para Su gloria y propósito. La historia de Gedeón nos muestra que, aunque dudemos, Dios es paciente con nuestras inseguridades. Él no se ofende por nuestras preguntas sinceras ni por nuestras peticiones de confirmación; en cambio, las usa como parte de Su proceso de fortalecernos y prepararnos para la misión.

Cuando Dios te llama, no está buscando perfección, valentía inquebrantable o recursos ilimitados. Él está buscando disponibilidad, confianza en Él y disposición para obedecer. A pesar de nuestras dudas, Su gracia y poder se perfeccionan en nuestra debilidad (2 Corintios 12:9). Él no nos deja solos; camina con nosotros, confirmando Su presencia y propósito en cada paso del camino.

Si hoy tienes dudas sobre lo que Dios te está llamando a hacer, recuerda que no estás solo. Él sabe exactamente quién eres, porque Él te creó. Tus dudas no descalifican Su llamado; más bien, son una oportunidad para que Él te muestre Su poder y fidelidad. Confía en que si Él te llama, también te capacitará.

Oración:

Señor, gracias porque Tu presencia trae paz y no temor. Ayúdame a confiar en Tu paciencia y en Tu plan, incluso cuando enfrento dudas o desafíos. Guíame con claridad y confirma Tu propósito en mi vida. Que pueda edificar mi fe en Ti cada día y descansar en Tu paz. En el nombre de Jesús, amén.

Contexto Histórico:

En el tiempo de Gedeón, Israel sufría bajo la opresión de los madianitas, quienes invadían la tierra cada año, destruían los cultivos y saqueaban el ganado, dejando al pueblo en una profunda miseria. Esta situación era el resultado directo de su desobediencia a Dios y de su idolatría, tal como lo declaró el profeta enviado por el Señor: Israel había abandonado el pacto con Dios, y su miseria era una consecuencia de ello.

En medio de esta crisis, el ángel del Señor se presentó a Gedeón, quien estaba desgranando trigo en un lagar para esconderlo de los madianitas. Gedeón actuaba con temor, pero el ángel lo saludó de manera sorprendente, llamándolo «guerrero valiente» (Jueces 6:12) y asegurándole que el Señor estaba con él.

Gedeón respondió con quejas, cuestionando por qué Dios permitía tanta calamidad. En lugar de reprocharlo, el ángel le dio un mandato claro: "Ve con la fuerza que tienes, y salvarás a Israel del poder de Madián. Yo soy quien te envía". Sin embargo, Gedeón, inseguro y lleno de dudas, comenzó a dar excusas, diciendo que era el menos importante de su familia y que no estaba capacitado para tal tarea.

Para confirmar que el mensaje realmente venía de Dios, Gedeón pidió una señal. Preparó una ofrenda de un cabrito y pan sin levadura, y la presentó al ángel. En respuesta, el ángel tocó la ofrenda con su bastón, y de la roca salió fuego que consumió todo. Este acto dejó claro que el mensaje era divino. Aunque Gedeón se llenó de temor, el ángel lo tranquilizó, diciéndole que no moriría.

Este contexto muestra cómo Dios usa a personas comunes y temerosas para llevar a cabo Su propósito. Gedeón no fue llamado por su valentía o habilidad, sino por la soberanía de Dios y Su gracia para obrar a través de lo débil. Este es un recordatorio poderoso de que, incluso en nuestras limitaciones, Dios puede capacitarnos para cumplir Su voluntad.

Aplicación:

1. Busca la paz de Dios en tus desafíos: Dedica un tiempo hoy para orar y pedir a Dios que te muestre Su paz en medio de las situaciones que te generan temor o ansiedad.

2. Confía en la paciencia de Dios: Si tienes dudas o incertidumbres sobre un llamado en tu vida, preséntalas a Dios con sinceridad. Pide confirmación y confía en que Él te guiará.

3. Edifica un altar espiritual: Así como Gedeón edificó un altar llamado "Jehová-salom", dedica un tiempo para agradecer a Dios por Su paz y fidelidad en tu vida. Este altar puede ser un momento de oración, una canción de alabanza o una reflexión escrita.