"Adorar y Compartir"

Texto Bíblico:

"Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho."

– Lucas 2:16-20 (RVR 1960)

Aplicación

1. Busca a Jesús con urgencia: Dedica tiempo diario a buscar su presencia en oración, meditación en la Palabra y adoración.

2. Comparte las buenas nuevas: Habla a otros sobre lo que Jesús ha hecho en tu vida. Como los pastores, no tengas miedo de ser un mensajero del evangelio.

3. Medita en tu corazón: Toma un momento cada día para reflexionar sobre cómo Dios está obrando en tu vida. Haz una lista de bendiciones y agradece por su fidelidad.

4. Adora con gratitud: Como los pastores, glorifica a Dios por su obra en ti. Que tu vida sea un reflejo constante de alabanza.

Oración:

Señor, gracias por el gozo eterno que nos has dado a través de Jesucristo. Ayúdame a permanecer en Tu amor, a recordar la Buena Noticia cada día y a compartirla con otros. Llena mi corazón con Tu gozo para que pueda vivir una vida que refleje Tu gloria. Amén.

Comentario bíblico

Este pasaje resalta varias verdades importantes:

1. La urgencia de los pastores: Su reacción inmediata al mensaje angelical refleja su fe y disposición a obedecer. No dudaron en buscar al Salvador.

2. La respuesta de María: María guardaba y meditaba en su corazón lo que estaba ocurriendo. Esto muestra una actitud de profunda reflexión y fe, reconociendo el cumplimiento de las promesas de Dios.

3. El impacto del mensaje: Los pastores no solo vieron a Jesús, sino que compartieron la noticia con otros, maravillando a todos los que escucharon. Esta es una llamada a la evangelización.

4. Alabanza a Dios: La experiencia de los pastores concluye con glorificar a Dios. Esto destaca cómo el encuentro con Jesús transforma vidas y lleva a la adoración.

Reflexión:

El nacimiento de Jesús no ocurrió en un palacio ni fue recibido por los líderes religiosos de la época, sino que fue anunciado a pastores, hombres comunes y corrientes. Esto nos recuerda que Dios se acerca a los humildes y a quienes tienen corazones dispuestos. Al igual que los pastores, estamos llamados a buscar a Jesús, contemplarlo con fe y compartir las buenas nuevas con el mundo.

La actitud de María nos invita a guardar y meditar en nuestro corazón las obras de Dios, aprendiendo a discernir su propósito en nuestra vida. Por otro lado, los pastores nos enseñan a no quedarnos con el gozo de la salvación, sino a proclamarlo y alabar a Dios por su fidelidad.